Jorge Eslava – лучшие книги

Nadie desaprob? la urgente implementaci?n del Plan Lector en las escuelas del pa?s, pero pocos advirtieron el grav?simo vac?o que revelaba: la carencia de material informativo y reflexivo en torno a la creaci?n para el p?blico infantil y, sobre todo, la fr?gil formaci?n especializada del magisterio nacional.
Una vez m?s, librado a una escasa preparaci?n art?stica, sin canales de cr?tica para la literatura infantil y sometido a una poderosa industria editorial, el docente vio pronto incrementada su tarea pedag?gica y se sinti? condenado a un arduo tanteo de ciego: ?c?mo transmitir en el aula el sortilegio de un cuento o de un poema cuando se sab?an ajenos al misterioso tejido de tropos y simulaciones?
Este magn?fico trabajo se propone esclarecer juicios cr?ticos de car?cter social y est?tico vinculados a la creaci?n literaria para ni?os, trazar un desarrollo hist?rico del g?nero y ofrecer una amplia galer?a de los mejores textos escritos desde el siglo XVII hasta la actualidad. De esta manera, los docentes encontrar?n un paisaje matinal para contemplar y cuestionar en bien de nuestra educaci?n.

Este libro constituye una propuesta excepcional en nuestro medio, pues cubre una apremiante necesidad pedag?gica, dotar a los docentes de informaci?n actualizada; no obstante, desestimada por los profesionales de la educaci?n. A trav?s de una selecci?n de lecturas representativas de las ciencias sociales y de la literatura peruana, Eslava proporciona a los maestros escolares —principalmente de nivel secundario— un material valioso que aspira a enriquecer el horizonte de lo que hoy se lee en las escuelas del pa?s. El repertorio de lecturas escogidas, formulado como incitaci?n dial?gica (no como decreto), ha encontrado una correspondencia en las conversaciones con autores y especialistas, que se presentan a manera de din?micas y amables apostillas de cada obra, a fin de que se consiga replicar en las aulas. En palabras del autor, «estar? muy complacido si el lector ingresa a este libro como a una sobremesa. Que tenga la disposici?n de unirse a una conversaci?n entre profesoras y profesores, a un di?logo sapiente y placentero en torno a la cultura peruana contempor?nea. […] Porque sabemos que una formaci?n conveniente produce no solo conocimiento en el que aprende, sino tambi?n felicidad».

En el mundo de hoy los abuelos est?n de regreso en la crianza, y as? ser? en el futuro previsible, y este regreso —que debiera formar «parte de la soluci?n» (el lugar natural de la armon?a, de la alegr?a, del afecto y la ternura)– con cierta frecuencia se ha sumado para formar «parte del problema», en el que todos pierden, en el que no son extra?os los desencuentros entre padres y abuelos en torno a la crianza de los ni?os. Los autores creemos que a esta dolorosa situaci?n s? se le puede dar vuelta…

Para muchos educadores es motivo de sorpresa que algunas artes pasen de largo por la escuela, sin atravesar sus puertas, como si fueran adversarias del conocimiento, de la sensibilidad o del juicio cr?tico, capacidades indispensables en la formaci?n estudiantil. Una expresi?n art?stica contempor?nea como el cine —podr?a ser el c?mic o la televisi?n— ha sufrido este desd?n de parte del sistema educativo; a menudo ninguneada por las autoridades y temida por los docentes, ha terminado apartada de los planes de lectura y arrojada al tacho de los malos h?bitos pedag?gicos. Bien conducida, una sesi?n de cine no significa una p?rdida de tiempo ni una invitaci?n al desorden acad?mico. La cinematograf?a ha cumplido ciento veinte cinco a?os y, junto con la m?sica, es el mayor consumo art?stico entre los j?venes: largometrajes, documentales o series cautivan sus miradas y eso debe comprometer responsablemente a la escuela. En su empe?o por ofrecer nuevos enfoques en la educaci?n, Eslava ha escrito este nuevo libro para nuestras profesoras y profesores preocupados por enriquecerse culturalmente e innovar sus formas de ense?anza en las aulas. Mirador de ilusiones fija dos vigas maestras: el reconocimiento del valor est?tico del cine y su aprovechamiento para profundizar muchas materias. No para convertir el cine en una asignatura —advierte el autor—, sino para usarla como una herramienta de enorme poder educativo que tiende a hundirnos dignamente en lo humano.